Anoche la almohada me volvió a engullir, igual que la otra vez se hizo tan blandita tan blandita que mi cabeza se fue filtrando por la misma, a ella le siguió el resto de mi cuerpo menos los pies que permanecieron allí, boca abajo, invulnerables al acontecimiento. Al otro lado
algo invisible tiraba de mí con fuerza pero los pies hacían contrapeso impidiendo el hundimiento. Desde allí ví un cosmos de estrellas brillando sólo para mí, de pronto una estrella fugaz se me acercó y su destello cercano hizo que volviera a tomar mi posición horizontal, en la cama, mi cama, una vez más mis pies me habían salvado.
5 comentarios:
lo bueno si breve, two times bueno (Gracián)... No la toques ya más, que así es la rosa (Juan Ramón)
lo del zumbido al entrar en la peich es una kabrrronada para los que tenemos conexion a pedales
Ojala me tragara la almohada durante 12 horas de placido sueño los fines de semana...
que coño tendran los sueños, de que estan hechos? son de alta definicion?. pelicula ultra sensible que jamas seremos capazes de guardar en un soporte
Estaría bien poder grabarlos, una vez lei un cómic en el que se podían ver en una pantalla y grabarlos. Al paso que vamos seguro que al final podemos ver largometrajes abstractos de nuestros sueños, entonces a lo mejor dejarán de ser nuestros, esclusivos.
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