LOS EXTRAÑOS VECINOS OTRA VEZ

Los del 4-B eran aún más extraños que los otros, todas las mañanas levantaban a los chavales a las 8:00h, desayunaban juntos bromeando, pasándose la leche, esparciendo la mermelada en las tostadas del otro; el perro, en silencio, se hacía el bendito para ver si pillaba algo. Luego, en perfecta armonía, cogían los bártulos e iban a misa de las 10. La de la 10 era una ceremonia un tanto distinta a las demás, tras relatar el cura las habituales historias con moralina, el sacerdote repartía chuletillas de cordero en lugar de la consagrada hostia consagrada, luego sacaba un barril de cerveza y repartía vasos mientras veía quien se cogía antes la cogorza más grande ( el vino de reserva, como su propio nombre indica, se lo reservaba para otra ocasión más especial que esa ).

La familia Ferpecta sólo iba a la de las 10, las otras ceremonias eran muy aburridas, además aunque se consideraban buenos cristianos no les gustaba nada el pan y el vino. Luego, a las 11 una vez finalizado el evento ,cada uno de forma separada, se iba por dónde había venido. Se despedían con un beso mientras el padre se dirigía a Wall Stret ha desplumar pequeñas empresas familiares, los hijos acudían en silencio al barrio de siempre a repartir papelinas y la madre volvía a casa para continuar con sus famosos bizcochos envenenados que repartía a los pobres para equilibrar la balanza.

Sí señor, esos si que es una familia feliz, siempre guardando las apariencias, hoy en día la imagen es muy importante, pero aún así, había algo en ellos,…
No se, a lo mejor con los de arriba tenemos más suerte…