Sudaba mercurio
Lloraba sangre
Sus pies estaban torcidos a la derecha
Siempre circulaba al andar y al final acababa en tu mismo punto de partida
Sus ojos estaban rellenos de la sustancia del olvido
Se cerraban en vertical y al abrirlos se volvían naranjas
Luego amarillos
Y al final la nada blanca le invadía
Era un tipo realmente extraño
Dibujaba sueños de un sueño realmente imposible
El mismo que alguna vez tuviste
El mismo de siempre
En su mundo él era el dador, el creador de su propia nada
La moldeaba como si de plastelina se tratase
la volteaba intraspirable hasta que el roce la hacía cambiar de color
y al final, igual que siempre, la nada blanca
Igual = Siempre
Nada=Blanca
Desde este punto de partida todo es posible
Ahora depende de ti trabajarla
Si él era capaz de hacerlo, dime:
¿qué es lo te impide hacerlo a ti?
09 marzo, 2006
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3 comentarios:
Me ha encantado :)
Ahora sé porque se llama así tu blog.
Te ha quedado una cosa pendiente: la foto de la nadablanca...
Muchas gracias por vuestras palabras, creo que hay etapas en la vida de uno que se desdibujan decolorándolo todo de Blanco, luego como el ave Fénix, resurgiendo de las cenizas cada uno pinta su vida del color que más le gusta. Con el paso del tiempo ese color perderá su intensidad y la Nada Blanca volverá, pero cada uno tiene el rotulador Carioca en el bolsillo para darle un sentido a esa nueva etapa-vida. Esa es mi Nada Blanca y por eso la creé, por eso está aquí
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