LA ESTACIÓN

Os presentamos la asociación Bloguera, Coctelera, Pedalera de Relatos Vinculados, creada por el amigo Chico Viejo y un servidor Sr.Yayo ( los que habeis estado ahí durante todo este tiempo ya podeis empezar a tutearme, si así lo quereis ). A continuación, Chico y yo os mostramos un relato formado por cuatro episodios, que ni nosotros mismos sabemos cómo va a acabar. Esta es la primera vez que Chico Viejo va a leer la primera parte, seguro que nos deleitará con una segunda y así alternaremos hasta cuatro. Espero que lo disfruteis tanto como nosotros.

Más de las cinco y media, el tren sigue sin venir.
La noche ha sido casina, quizás sea la edad, cada vez me cuesta más trabajo trasnochar. Empieza a ser rutinario, rutinario y cansino; cada noche me caliento alguna sustancia en forma de alimento embasado disimulado, me bebo un par de cervezas a medio camino entre calientes y del tiempo, de ese que hace tiempo no veo pasar por delante de mi ojos y salgo brillantemente sudoroso bajo la luz tenue de esta luna de verano. Noches calurosas, aparentemente oscuras, bajo la luz de las farolas todas las formas se distorsionan, se disimulan.
Casi las seis de la mañana y el tren sin llegar.
La viaja estación, está iluminada por dos fluorescentes a medio camino entre decrépitos y a punto de descolgarse del techo, de ése que hace un siglo no arreglan y parece llorar cuando la lluvia golpea en su lomo, uno al comienzo del andén y otro casi al final, antes de las escaleras, apenas cumplen su función de iluminar la estación, sin embargo son un buen atrayente de esas repugnantes polillas. No hay nadie, enciendo un pitillo, me sabe a humo, intento matar algo más que el aburrimiento, últimamente no basta con el aburrimiento, necesito más.

Esta noche me ha dejado un mal sabor de boca, comenzó sin sorpresas, un par de copas en el Blue Night, una mujer de contorno casi curvilíneo, el reflejo de mis ojos desencajados en la brillante hoja de mi amigo Sed, mi compañero el cuchillo y otro par de copas en otro par de bares.
Creo que he bebido demasiado.
Las seis y el tren no aparece, parece que esta noche no quiere darse por muerta.