25 marzo, 2008

falta de decisión

25 marzo, 2008
Sin embargo, sin duda, dios mediante, la situación jugaba a mi favor, el desentonado timbre de la puerta se disparó atravesando la sien de el que no me quería con vida, por suerte yo ya estaba acostumbrado a tales chicharras y chirridos. El asesino tenía la fea costumbre de llamar a la puerta antes de entrar en escena, hecho que a mí me venía mejor que bien para salir por la puerta de atrás, en este caso la oxidada escalera de emergencia de un viejo edificio.

Asombrado de mi improvisada agilidad bajé los peldaños de dos en dos y al llegar al segundo tropecé con mi propio pie, no era de extrañar. El golpe me dejó lo suficientemente inconsciente para que Dexter me seccionara la yugular y lo suficientemente despierto como para hacerle el famoso Osotogay que Bruce Lee utilizaba con sus enemigos en la Furia de el Dragón.


Y heme aquí debatiéndome entre la vida y la muerte, entre matar o ser matado, entre la luz y la sobra, el bien el mal, Epi o Blas o Espinote y la Gallina Caponata. Sin duda, dios mediante, mi indecisión denota una gran falta de decisión para decidir de qué forma la situación decide afrontarme. Si salgo de esta, juro que mañana no tardaré más de una hora en pensar con qué pie empiezo el día y elegir quién será mi próxima víctima

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Respecto al último párrafo, creo que es mejor no debatirse entre Epi y Blas: según las malas lenguas "entre Epi y Blas" no es buen sitio para estar (si aprecias la integridad de tu "cerito") jarrlll

Por si acaso, entre Espinete y Caponata, tampoco.

Maya dijo...

Cuando se trata de matar o morir, mejor no dejar a Dios las desiciones....
Corrijo: Mejor no dejar a dios las desiciones. Y punto.
Un gran saludo

YOYAYOYYAYA dijo...

Lo que está claro Sr. anónimo es que entre dos siempre es mejor no meterse, tres son multitud, salvo pequeñas excepciones como los Bee Gees o el famoso trío Calavera, pero esos nacieron asín.

Lolita, la verdad es que es mejor no dejar en manos de nadie la capacidad de tomar decisones y menos a Dios.

Saludos