12 mayo, 2005

Relatos: EL SUEÑO ESMERALDA

12 mayo, 2005
Hay gente que se sorprendería de los secretos guardados por el mar, enigmas ignorados hasta ahora por el hombre, recuerdos sepultados bajo las olas, iras y desánimos reflejados en el agua, mundos de esmeralda escondidos y extrañas razas de seres ocultos conscientes de lo que les espera en el exterior si suben y felices de habitar en su mundo líquido. Viven en un cosmos inferior, como diablos de otro color ocupan vidas compartidas, sin hacer daño a nadie ni molestar a las demás criaturas que moran con ellos. Son los dueños del mar. 400x265px - 14.9 Kbytes
Mi nombre es Agtrw y formo parte del agua igual que ella forma parte de mí, tengo formas variables, mi cuerpo fluido es tan voluble como el gran azul que le rodea. En la ciudad donde yo vivo todos somos iguales, podemos juntar nuestros cuerpos hasta formar una unidad y de igual manera separarnos y cohabitar independientemente, nuestra conexión es perfecta. Cuando somos uno, nuestras mentes piensan unidas, sienten los mismos deseos y las mismas necesidades, alcanzamos tal grado de poder que si quisiéramos podríamos hacer cuanto se nos antojara. Somos felices así, ocupando vidas conjuntas, respirando alientos de otros.
Nuestra ciudad está construida en lo que humanos llaman piedra esmeralda, no sabemos quién la construyó ni cuándo, hay quien dice que el Gran Padre está en contacto con los dioses responsables de nuestra creación pero personalmente creo que los únicos dioses que existen somos nosotros.
A veces desearía respirar en el exterior, aprender a luchar y a vivir cada día, a amar y sentir como ellos, aunque sólo fuera por un tiempo, hasta que me cansara o deseara volver a ver de color verde.



Me levanté destrozado, la noche anterior había bebido demasiado, creo que volvía a sobrepasar mis límites, y por si fuera poco de nuevo tuve ese sueño tan extraño, no sentí miedo como las noches anteriores, al contrario, la sensación era de bienestar, de no querer despertar más, no recuerdo mucho de él pero después de tenerlo me levanto como si no hubiera dormido nada.
El dolor de cabeza era espantoso, me tomé un Gelocatil con un trago de cerveza que quedaba de la noche anterior y me dispuse a vivir un nuevo día, sería tan similar al de ayer que sólo de pensarlo me daban ganas de volver a tumbarme y no despertarme más, pero había quedado con Marian para comer, no debía hacerla esperar o se volvería a enojar como la última vez, lo cierto es que estaba cansado de aguantarla, nuestro amor era tan falso como la luz de una bombilla, ya no me proporcionaba nada, era consciente de que seguía a su lado por el mero hecho de no estar sólo. Como la mayoría de las parejas tenía miedo a la soledad, a no poder compartir mis emociones con alguien, pero sabía que era un error y que todavía estaba a tiempo de enmendarlo, esta tarde se lo diría, sin pensarlo dos veces, además creo que ella lo estaba deseando tanto o más que yo. Me vestí rápidamente, lavé mi cara y salí de casa con la mirada ausente, como siempre.
Ella estaba esperándome, absorbiendo los ojos de tumulto, era como un imán, en el fondo la gustaba que la devoraran con la vista, aunque ella lo negara. Se sentía como una perra en un escaparate, como un pájaro enjaulado, la gente babeaba a su paso y lo cierto es que no era para menos, era alta, de formas más que generosas, ojos deslumbrantes, tez suave como las alas de una mariposa y un cerebro de mosquito.
La observaba oculto desde la acera de enfrente, ella estaba mirando el reloj impaciente por mi retraso, parecía sentirse incómoda expuesta a las visiones de la gente que la lanzaba palabras de elogio malsonantes, pero yo sabía que en el fondo la gustaba, se sentía como una diosa esculpida en piedra, en su pedestal, observando a los demás como simples objetos que estimulaban su ego. Era preciosa, sólo me impulsaba a seguir a su lado el hecho de acariciar sus curvas prominentes, el sentir su aliento en mi cara, el escuchar sus respiros atropellados en medio un volcán de impulsos animales; todo menos el deseo de quererla para mí sólo, de formar una sóla persona, de sentir amor por ella.
Crucé la calle y disimulé que venía corriendo, con la respiración agitada dije que había tenido un ligero contratiempo, me montó una escena de las que sólo ella sabía hacer, yo la oía sin escucharla, sólo la miraba perplejo pensando cómo podía haber llegado a ese estado de engaño, era todo tan falso, la situación, nosotros, nuestra actitud, me producía náuseas. Sólo deseaba que la noche llegara pronto para volver a evadirme.
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Hay dos puntos de unión que nos identifican con los humanos, uno es que al igual que ellos nuestros cuerpos están formados de la misma materia que el mundo que la rodea, sólo que los externos poseen algo que les separa de su hábitat natural, que les impide formas una unidad con él: la piel. Nosotros no tenemos nada similar, ninguna capa ni barrera que nos dificulte la unión con el agua. También, como ellos, soñamos cada noche, a veces me olvido de los viajes nocturnos de la mente, pero hace un tiempo que tengo el mismo sueño, soy un hombre del exterior sin ganas de vivir, sin motivaciones, deseoso de que en mi vida se produzca un cambio, un ligero aliciente que de algo de sentido.
En realidad no conozco la vida ni las costumbres de allá afuera, sólo se que la mayoría no son felices aunque así lo crean ellos. Por mis sueños ( si no son fantasías )se que son de condición egoísta, la envidia y la mentira son pautas generales en su recorrido por la vida, han elegido un camino equivocado, pero aún están a tiempo de retomar los cauces adecuados, si quisieran…
No puedo ser objetivo pues sólo conozco lo que mis sueños me muestran y lo que el Gran Padre nos enseña, pero aquí es distinto, todos somos iguales hasta el punto de conseguir una unión mental perfecta, entre nosotros nadie está por encima del otro excepto el Gran Padre que nos guía por estos caminos acuáticos, nos muestra las vidas existentes fuera de nuestro entorno, él lo sabe todo, se dice que es el primero de nuestra raza, descendiente directo de nuestro creador y que su principal función es la de encender nuestros ojos y mantenernos juntos. Vive desde hace más de cincuenta siglos, a diferencia de nosotros dice que es inmortal, que no morirá jamás y que si alguna vez sucede, estaremos perdidos para toda la eternidad. La vida y la muerte para nosotros es como una gran rueda que gira y gira sin parar, acaba una y empieza otra, cada una tiene una duración de cinco años, somos conscientes de las vidas anteriores y de nuestras experiencias anteriores, en cierto modo somos eternos igual que el Gran Padre, aunque él quiera guardar la exclusividad para si mismo.
Los sueños se han llevado mi tranquilidad, no me dejan entablar el lazo de unión con los míos, llena mi cabeza de ideas que no debieran estar ahí, el desorden se aglomera en mi mente, si esto es lo que me espera cada noche, desearía no volver a soñar.



Anoche volví a tener el mismo recuerdo, la sensación de paz y sosiego aún están dentro de mí. El mar me rodea por completo, no identifico cuando termino yo y cuando empieza el agua, todo es verde intenso, traslúcido, hipnótico, rodeado de seres como yo y de torres esmeralda, gigantescos patios pentagonales, torres cilíndricas, todas las formas despiden una tenue luz ( suficiente para ver a esa profundidad ) y son de tal perfección geométrica, que de sólo admirarlas deseo formar parte de ellas. Las pequeñas perturbaciones del agua producen un efecto relajante, como si unas manos invisibles ejercieran un delicado masaje en los puntos más sensibles.
Los animales, microbios y demás seres que viven en el mar pero fuera de la ciudad son respetados, saben que los habitantes del núcleo son pacíficos y que se ocupan de que el entorno esté en paz, conocen cual es su lugar.
Todo fue aclarándose hasta que un verde blanquecino nubló mi vista y dejó paso al mundo real. Desperté como siempre, deseando que el día transcurriese rápido y llegara de nuevo la noche, el sueño.
Al fin rompí con Marian, se lo dije después de hacerla el amor, no pareció sorprendida, dijo que era un egoísta y que sólo pensaba en mí mismo, pero se que todos nos movemos con el mismo fin, con el mismo instinto: la satisfacción propia, el placer para uno mismo, si el término es egoísmo, todos somos de esa condición, es nuestra forma de vida. Estoy seguro de que se lo esperaba, creo que lo deseba tanto como yo.
De nuevo libre, libre para hacer las mismas cosas que antes, libre para perderme en la monotonía del camino o encontrar la anhelada salida.
Hoy me encontraré con mis amigos, saldré con ellos como hacía antes, nos iremos de copas o a ligar con la primera que se ponga a tiro, mujeres aún más neutras que Marian, sin nada interesante que decir, deseosas de llevarte a la cama para luego presumir con sus amigas de haber incrementado su lista de amantes, me pondrán puntuación sólo teniendo en cuenta el placer físico que las he proporcionado. Yo lo pasaré bien, fingiré que hago lo que quiero hacer, que soy libre para dirigir mi vida de la forma que mejor me parezca. Si aprovechar la vida lo más intensamente es lo que más deseo, porque siento que la estoy desperdiciando, que la estoy tirando a un gran basurero dónde hay millones de residuos malolientes semejantes a las vidas que nos rodean.
Seguramente todos los que se hacen llamar amigos dirán lo mismo: ¿Por qué la dejaste?, hacíais buena pareja.
Con lo buena que estaba!
Si no tienes intención de llamarla, dame su teléfono.
¿Cómo se movía en la cama?
Bastardos, son tal falsos como ella, tan vacíos como un mar sin peces, como un tiempo sin instantes o un vaso sin wisky.
Desearía no estar aquí, volver a soñar, a ver otra vez el mar y no despertar más en este mundo de plástico.

Ya no puedo seguir así, mi paz se ve perturbada cada noche por ese hombre, ese tal Alex, tan carente de sentido como su mundo. Está perdido es si mismo, no entiendo porque no sale de ese círculo, él tiene al alcance de su mano el poder cambiar de vida, el despertar cada mañana y tener ganas de vivir cada momento que le ofrece la vida; pero no quiere, estoy completamente convencido de que esa es su forma de vivir y no se atreve a tomar la iniciativa para darle un giro y sentirse vivo.
Hoy me reuniré con los míos y les expondré mi situación, si todos están de acuerdo conmigo no volveré a soñar más, la unión mental acabará con él de una vez por todas. Los míos también se verán beneficiados del cambio, en la condición en la que me encuentro ahora no soy más que un elemento perturbador que puede alterar el orden en cualquier momento, ellos saben que deben arrancar el problema de cuajo.

JAN, a nosequedía de nosequémes de nimeacuerdo
El precio que debo pagar es muy alto, no volveré a viajar más. Aún no entiendo porque yo, porqué me ha ocurrido a mí y no a cualquiera de mi comunidad, es como un tumor que no puedo estirpar por mí mismo. Pero no debo desear mi mal a nadie, es un problema mío y debemos terminar con él.
Si no volver a viajar más supone eliminar esas pesadillas de mi cabeza, decididamente lo haremos.

JAN a nosequédía de nosequémes de nimeacuerdodelaño

3 comentarios:

SeRoCa dijo...

Este "mundo esmeralda" y su trepidante agitación se me antoja agobiante a la par que axfisiante, tan falso en su actos como real en su comparación humana.
Doy gracias al verdadero amor el cual no permitió que siguiera pululando por él.

YOYAYOYYAYA dijo...

Eres un puto romántico, la motivación en este caso es la ausencia amor pero realmente puede ser cualquier sentimiento afianzado en lo más profundo de tí. El caso es que si algo no te gusta lo cambias y ya está, somos relativamente libres para hacerlo y digo relativamente porque por desgracia damos vueltas por una gran rueda y es difícil salir, pero no lo es tanto dar la vuelta en sentido contrario y haciendo el pino puente.
Me gusta tu comentario. Gracias

quebue dijo...

quizas en el fondo sin saberlo todos estamos en jodida comunion, porque cuando lees lo que los demas escriben lo sientes tambien tuyo, te emocionas y te haces su coautor es como durante un momento ser como los habitantes de tu liquido elemento, hacer una mezcla de emocion y percepcion. Quizas este mundo de rueda viciado sea un maravilloso mar esmeralda, fluido y nada complicado. quizas el desamor sea solo sea un sueño, quizas solo sea un pasajero cuento. por cierto mi idea de eternidad se basa en lo mismo!!
lo recuerdo como un sueño.

me dan ganas de bucear!
me dan ganas de amar !