No se el cómo ni el porque, sólo se que hoy estoy aquí y ayer no. No se cual es la razón ni desde cuando me encuentro en este lugar. Sólo se que hoy estoy aquí y ayer no. Una mañana desperté con ella en mis brazos, mi beso era su manto y sus ojos mi luz, pegados como ventosas repletas de aire, como dos gotas de mercurio, yacemos tumbados piel contra piel.
Sólo se que ayer todas eran iguales, cada una de ellas contaban historias que no quería escuchar, pero las oía, oía con atención las palabras sin sabor que salían de sus bocas redondas , me decían que me querían, a cada una de ellas las tengo en mi cabeza como si fuesen una sóla, pero sólo a una tengo en mi corazón, ya azul de tanto querer sentir.
No conozco las razones que me han conducido al sitio donde me encuentro, sólo se que hoy estoy aquí y ayer no. En su tersa boca las palabras me besan, su aliento me sacia, cada dedo que vierto en su cuerpo transforma mis huellas en agua, la deseo. Encojo mi cuerpo para recibir el suyo,
la cubro con mi tacto que se convierte en el de ella y me vuelco en sus ojos de sal. La deseo.
Llegas como el viento
agitando flores secas y amargas,
polvo de estrellas
nave de nubes
aliento de eucaliptus,
llegas como el viento
y como el viento
me empapas la cara
Mar de delirios que granulas mi carne
espina de cristal que te clavas en mi más hondo
y no sales
y no salgas.
04 junio, 2005
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1 comentarios:
Nunca saldré mientras tu quieras atraparme.
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